El Beato Isidoro de San José de Loor es recordado por su profunda fe y resiliencia durante los momentos de sufrimiento. Nacido el 8 de abril de 1881 en Vrasene, Bélgica, dedicó su vida al servicio religioso en la Congregación de la Pasión. A pesar de su enfermedad, Isidoro fue un ejemplo para sus hermanos, soportando terribles dolores con valentía. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 30 de septiembre de 1984. Su festividad se celebra el 6 de octubre.
Legado de Isidoro de Loor
Su legado perdura como símbolo de devoción y perseverancia en la fe, inspirando a muchos dentro de la congregación y fuera de ella.