San Varo de Egipto, celebrado el 19 de octubre, es recordado por su valentía y dedicación a la fe cristiana. En tiempos del emperador Maximiano, Varo era un soldado romano que encontró su llamado espiritual al visitar a seis eremitas encarcelados. Al descubrir que un séptimo había muerto en el desierto, Varo decidió ocupar su lugar y compartir el destino de sus compañeros, soportando varios tormentos antes de lograr la palma del martirio.
Su historia es un testamento de lealtad y sacrificio por la fe, inspirando a muchos a seguir su ejemplo. Hoy en día, San Varo es venerado no solo como un mártir, sino también como un ejemplo de conversión y devoción absoluta.