El 8 de julio conmemoramos a Santa Priscila, una figura prominente en la historia del cristianismo primitivo. Junto a su esposo Áquila, desempeñó un papel crucial como colaboradora del apóstol San Pablo.
Historia y legado
Priscila y Áquila eran judíos convertidos al cristianismo que vivieron en el siglo I. Se conoce que trabajaban como fabricantes de tiendas, oficio que compartieron con San Pablo. Su hogar se convirtió en un lugar de comunión y enseñanza cristiana.
Contribuciones al cristianismo
- Ofrecieron refugio y apoyo a San Pablo durante sus viajes misioneros.
- Arriesgaron sus vidas por la difusión del evangelio.
- Participaron activamente en la formación de nuevas comunidades cristianas.
La festividad de Santa Priscila nos recuerda la importancia del apoyo mutuo y la valentía en la propagación de la fe cristiana.