Santa Hilda de Whitby, nacida en el siglo VII en Northumbria, actual Reino Unido, es celebrada cada 17 de noviembre. Como abadesa, fue una figura clave en la formación de la comunidad monástica, promoviendo la lectura de las Escrituras y la vida en armonía.
Vida y legado de Santa Hilda
Tras abrazar la fe cristiana, Hilda fue puesta al frente del monasterio de Whitby, donde se centró en educar tanto a monjes como a monjas. Su liderazgo fue fundamental en la promoción de la paz y el trabajo colectivo.
Contribuciones a la Iglesia
- Fomentó la educación religiosa.
- Mantuvo la paz y la armonía en la comunidad.
- Promovió la lectura de las Escrituras.
Hilda dejó un legado perdurable como símbolo de dedicación monástica.