El Beato Juan Ángel Porro es recordado como un destacado presbítero de la Orden de los Siervos de María en Milán durante el siglo XVI. Nacido en Lombardía, dedicó su vida a la educación espiritual, especialmente de los niños. Cada día festivo, era común verlo en la puerta de la iglesia o recorriendo las calles para reunir a los jóvenes y enseñarles la doctrina cristiana.
Falleció el 23 de octubre de 1505, y cada año en esta fecha se celebra su memoria. Su compromiso con la educación y la fe lo ha consagrado como un ejemplo de devoción religiosa y liderazgo comunitario.