El Beato Adolfo Jaime, cuyo nombre secular fue Antonio Serra Hortal, es recordado por su valiente testimonio de fe durante la persecución religiosa en España entre 1934 y 1937. Nació el 19 de diciembre de 1880 en Banyoles, Girona. Como miembro de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, dedicó su vida a la educación y la fe cristiana.
El 6 de agosto de 1936, Adolfo Jaime fue martirizado en Manlleu, Girona. Su sacrificio fue reconocido por la Iglesia Católica y fue beatificado el 28 de octubre de 2007 por el Papa Benedicto XVI en una ceremonia en Roma, junto con otros 497 mártires.
Su festividad se celebra el 6 de noviembre, una fecha especial para recordar su legado de fe y valentía.